Paginas.

10 sept 2011

ah, sábados por la noche.

No puedo ni imaginarme las atrocidades con las que me despertare a las tres de la mañana esta noche. Siempre es la misma pesadilla, noche tras noche, siempre la misma. Antes he tenido pesadillas extrañas o incluso bizarras, pero esta ha sobrepasado todas las anteriores. Consiste en lo siguiente:

“Aparezco en un departamento raramente conocido, creo haber estado en algún momento  de mi niñez ahí. Hay un pasillo que lleva a las habitaciones, pero mi sorpresa no es menor cuando veo a un perro grotesco, gigante, echado al frente de la puerta, rodeado de juguetes rotos, mierda y basura. Hago ruido al caminar y levanta la cabeza para verme, me mira y noto que en su cuello hay un pez que lo muerde. Aparece después una vaca café y peluda, le pelea el pescado al perro quien ladra para asustar a la vaca, esta no se inmuta y se come al pez. El derrotado canino se acerca a mí  lentamente y de forma automática me echo para atrás hasta que choco con alguien. Una familia, me fijo bien, tres personas vestidas de terno con los ojos blancos y pelo gris. Me empiezan a cantar una tétrica canción cuya letra no recuerdo del todo. Corro hacia la ventana y en un movimiento brusco termino balanceándome, mitad afuera y mitad adentro del departamento, tengo miedo de caer. Finalmente alguien me tira para atrás. Eso es todo.”

Esta pesadilla estará conmigo siempre, como el musgo a la piedra. 

-Pablo José Luis-

No hay comentarios:

Publicar un comentario