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2 sept 2011

La Pesadilla.


Luego de las clases
 salí de la sala y al saber que fuimos el único rojo de química
me fui con la Sofía
y al rato me echo y me fui como es debido.
Pasé por una librería cercana
y encontré libros que me interesaban desde hace tiempo.
Me fui en la micro llena
y me di cuenta de que nada vale la pena en esta vida,
te lo explicaría,
pero tendría que hacer un testamento
Cuando salí con mi hermana me reía y estaba feliz,
luego al ver como todo a lo que le tengo fe termina mal empece a perder la esperanza en las cosas que hago,
ya nada me da satisfacción
ni escribir un verso de "golondrinas"
siempre pensé que mi sueño se cumpliría
y ahora no me parece más que una roca embrutecida...

Al cerrar los ojos en cada paso
pensé en las metas comprometidas
ya no las llamo metas,
sino un pacto
que se puede romper, violar,
como lo corruptible de la vida.

Ganas de vomitar,
abrí la boca y no salió más que un puñado
de palabras envenenadas,
delgadas  por las noches de pesadilla.
Ahora que me muero lentamente,
quiero hacer un testamento
entre la gente y mi persona que me mira
de vez en cuando con efervescente  aprecio.
Me estoy rindiendo,
un día, hace tiempo, me dijeron:
"No intentes nada, nunca."
y ahora eso es mi único
 pilar de vida.

La persona que me dijo eso
me dijo después
que siga luchando,
no por el dinero,
ni por la fama.
Solo lucha.
Ha sido una lucha hermosa.

Algo de razón tiene,
pero te contare lo que paso
cuando estaba en el Mall con mi hermana.
" al comprar los pasajes para mi hermana - a quien no veré el próximo año - para Antofagasta fuimos al mall y me llamo la atención
que toda la agente fuera igualmente
estereotipada,
mire al rededor y siempre lo mismo.
La gente no cambia.
Por donde mirara habían "washiturros" , 
rubias cuicas, esas rubias que no conocen lo que es una espinilla,
con bolsas,
esas rubias - y rubios - con bolsas y bolsas de tiendas
al puro estilo beverly hills.
Me preguntaba
¿Por qué las minas se pintan los labios para venir al mall?
mire a mi hermana,
ella estaba desaliñada y sencillamente vestida
"somos de pueblo" le dije
"del norte somos" respondió.
"por eso somos negros"
"negros pero felices"
no le conteste por razones obvias.
Luego
otro vistazo
y me sorprendí
que di unas pasos y me encontré
con algunos conocidos, luego de puro ocioso
me pegue un Benedetti
-con la tregua sabrás a que me refiero-
con el papel y lápiz que tengo en el bolsillo (ya sabrás porque) empecé a hacer un listado
36 mujeres conté.
36 que tenían el mismo pelo, el mismo estilo, el mismo poto. Todo.
He ahí que me sentí mal,
no por envidia o algo así,
sino como un extranjero.
Me sentí sensible
por cualquier cosa
odio encontrarme con personas del colegio,
con  excepciones claro.
Odio la gente hueca,
odio casi todo en este mundo.
Casi.
 Luego me llego una visión:
yo como alguien sentado en una banca,
ya viejo.
llegué a la casa
con esperanzas de que algo aquí me alegrara,
pero nada,
y deprimirme con poemas de parra
me hizo sentir mejor.
He estado mucho tiempo solo.
Demasiado,
y no me refiero
a tener pareja o algo así
mi familia ya me perdió
he perdido amigos con el tiempo
y los que me quedan...aun están por suerte
"no pienses así
  me tienes a mi como consuelo" me dice la Camila.
claro - contesto.
y te quiero,
pero tu compañía también es pasajera,
lamentablemente.
No me mal intérpretes.
quiero a alguien que me escuche,
pero
 que me escuche como si hablara consigo mismo
y que me lea como un cuento.
"todos queremos eso" me dice.
Si encuentras a una persona que te haga sentir eso... no la dejes ir
nunca.
"pensé que la había encontrado
pero como siempre
se me fue por un error." respondo.

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