La escalinata era vieja y quejumbrosa y fuera de ella no había más que
Vagos encuentros de sucesos que poco recuerdo, mientras tanto que en aquella vieja
Escalinata, en la cual por los escalones y las sombras que me rodeaban,
Llegue ante un escenario que poco gustaba,
Mientras que la penumbra ennegrecida
Que subía como ágil destello, ligero a la medida de sus pasos,
Retorna en un fugaz paso a la escalinata,
Y por ella escalan aquellas agridulces dilecciones
Que agasajan mis miedos y que manosean mí
Rostro
Joaquín Madariaga
23 oct 2011
Recuerdos.
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