Paginas.

30 nov 2011

Miedo - Gabriela Mistral

Yo no quiero que a mi niña
golondrina me la vuelvan;
se hunde volando en el Cielo
y no baja hasta mi estera;
en el alero hace el nido
y mis manos no la peinan.
Yo no quiero que a mi niña
golondrina me la vuelvan.

Yo no quiero que a mi niña
la vayan a hacer princesa.
Con zapatitos de oro
¿cómo juega en las praderas?
Y cuando llegue la noche
a mi lado no se acuesta...
Yo no quiero que a mi niña
la vayan a hacer princesa.

Y menos quiero que un día
me la vayan a hacer reina.
La subirían al trono
a donde mis pies no llegan.
Cuando viniese la noche
yo no podría mecerla...
¡Yo no quiero que a mi niña
me la vayan a hacer reina!

26 nov 2011

Mas discusión.

Risque, ella dijo, ¿no adoras a
Rilke?
 
no, dije, me aburre,
los poetas me aburren, son mierdas, caracoles, pedacitos de
polvo en un viento barato.
 
Lorca, dijo, ¿qué te parece Lorca?
 
Lorca era bueno cuando era bueno. Sabía como
cantar, pero la única razón por la que te gusta
es porque fue asesinado.
 
Shelley, entonces, ¿qué te parece Shelley?
 
¿no se ahogó en un bote de remos?
 
entonces ¿qué te parecen los amantes? me olvidé sus nombres...
los dos franceses, uno asesinó al
otro...
 
bárbaro, dije, ahora háblame de
Oscar Wilde.
 
un gran hombre, dijo ella.
 
él era inteligente, dije, pero vos crees en todas esas cosas
por la razón equivocada.
 
Van Gogh, entonces, dijo ella.
 
ahí vamos, dije, ahí vamos de nuevo
 
¿qué me quieres decir?
 
quiero decir que lo que los otros pintores de la época decían era verdad:
que era un pintor promedio.
 
¿cómo lo sabes?
 
lo sé porque pagué $10 para entrar y ver algunas de sus
pinturas. vi que era interesante,
honorable, pero no grandioso.
 
¿cómo podes decir, preguntó, todas estas cosas acerca de toda esta gente?
 
querrás decir, ¿por qué no estoy de acuerdo con vos?
 
¡para ser un hombre que casi se está muriendo de hambre, hablas como si fueras
un tremendo sabio!
 
pero, dije, ¿no se murieron de hambre todos tus héroes?
 
pero esto es diferente; no te gusta nada de lo que a mí me gusta.
 
no, dije, simplemente no me gustan de la manera que
te gustan.
 
me voy, dijo.
 
podría haberte mentido, dije, como la mayoría
lo hace.
 
¿quieres decir que los hombres me mienten?
 
sí, para llegar a lo que crees que es sagrado.
 
¿quieres decir que no es sagrado?
 
no lo sé, pero no te voy a mentir
para que funcione.
 
vete a cagar entonces, dijo.
 
buenas noches, dije.
 
ella dio un bruto portazo.
 
me levanté y prendí la radio.
 
había un pianista tocando la misma pieza de
Grieg. nada cambió. nada
cambia nunca.
nada

Puntos Suspensivos #3

20 nov 2011

El híbrido.

Tengo un animal curioso mitad gatito, mitad cordero. Es una herencia de mi padre. En mi poder se ha desarrollado del todo; antes era más cordero que gato. Ahora es mitad y mitad. Del gato tiene la cabeza y las uñas, del cordero el tamaño y la forma; de ambos los ojos, que son huraños y chispeantes, la piel suave y ajustada al cuerpo, los movimientos a la par saltarines y furtivos. Echado al sol, en el hueco de la ventana se hace un ovillo y ronronea; en el campo corre como loco y nadie lo alcanza. Dispara de los gatos y quiere atacar a los corderos. En las noches de luna su paseo favorito es la canaleta del tejado. No sabe maullar y abomina a los ratones. Horas y horas pasa al acecho ante el gallinero, pero jamás ha cometido un asesinato.
Lo alimento a leche; es lo que le sienta mejor. A grandes tragos sorbe la leche entre sus dientes de animal de presa. Naturalmente, es un gran espectáculo para los niños. La hora de visita es los domingos por la mañana. Me siento con el animal en las rodillas y me rodean todos los niños de la vecindad.
Se plantean entonces las más extraordinarias preguntas, que no puede contestar ningún ser humano. Por qué hay un solo animal así, por qué soy yo el poseedor y no otro, si antes ha habido un animal semejante y qué sucederá después de su muerte, si no se siente solo, por qué no tiene hijos, como se llama, etcétera.
No me tomo el trabajo de contestar: me limito a exhibir mi propiedad, sin mayores explicaciones. A veces las criaturas traen gatos; una vez llegaron a traer dos corderos. Contra sus esperanzas, no se produjeron escenas de reconocimiento. Los animales se miraron con mansedumbre desde sus ojos animales, y se aceptaron mutuamente como un hecho divino.
En mis rodillas el animal ignora el temor y el impulso de perseguir. Acurrucado contra mí es como se siente mejor. Se apega a la familia que lo ha criado. Esa fidelidad no es extraordinaria: es el recto instinto de un animal, que aunque tiene en la tierra innumerables lazos políticos, no tiene un solo consanguíneo, y para quien es sagrado el apoyo que ha encontrado en nosotros.
A veces tengo que reírme cuando resuella a mi alrededor, se me enreda entre las piernas y no quiere apartarse de mí. Como si no le bastara ser gato y cordero quiere también ser perro. Una vez -eso le acontece a cualquiera- yo no veía modo de salir de dificultades económicas, ya estaba por acabar con todo. Con esa idea me hamacaba en el sillón de mi cuarto, con el animal en las rodillas; se me ocurrió bajar los ojos y vi lágrimas que goteaban en sus grandes bigotes. ¿Eran suyas o mías? ¿Tiene este gato de alma de cordero el orgullo de un hombre? No he heredado mucho de mi padre, pero vale la pena cuidar este legado.
Tiene la inquietud de los dos, la del gato y la del cordero, aunque son muy distintas. Por eso le queda chico el pellejo. A veces salta al sillón, apoya las patas delanteras contra mi hombro y me acerca el hocico al oído. Es como si me hablara, y de hecho vuelve la cabeza y me mira deferente para observar el efecto de su comunicación. Para complacerlo hago como si lo hubiera entendido y muevo la cabeza. Salta entonces al suelo y brinca alrededor.
Tal vez la cuchilla del carnicero fuera la redención para este animal, pero él es una herencia y debo negársela. Por eso deberá esperar hasta que se le acabe el aliento, aunque a veces me mira con razonables ojos humanos, que me instigan al acto razonable.

19 nov 2011

Perdido en algún Oriente con Libertad.

De súbito logre despertarme tapado en sudor y nervioso, estuve todo el día recorriendo aquel lugar pero no encontré nadie. Mientras iba tocando las puertas, habitación por habitación, solo se repetía visualmente el mismo escenario, monótono y extraño, una ventana, un estante de libros que no conocía, una cama y en ella una rosa junto a una carta, ¿De Amor?, nunca me atreví a leerlas.

Esta ¿mansión?, si se le podía llamar así, era muy grande, sus dimensiones no eran proporcionales a lo imaginable e incluso llegaba a perderme entre tantos pasillos, la casa estaba llena de sutiles objetos que se podrían encontrar en lugares comunes y corrientes, en contraste a lo que supondría cualquiera al encontrarse ante un lugar de esta índole.

La luz era como una ironía punzante en el ambiente y tan solo con recordar algo tan inocuo como un espacio dividido entre murallas y los angostos pasajes de la rutina en los días que me he encontrado perdido, ahora ya empiezan a tener un doloroso sentido. Para que cada vez que pueda preguntarme en que he quedado, llegue a analizar lo que me rodea, quieto, tranquilo y no pueda tener el tiempo para tratar de detenerlo, inevitablemente cansado de caminar, vuelvo a esta casa. 

Conforme a los días, quedarme sentado me aburre, dormir me aburre, conversar conmigo mismo me aburre y he decidido dar un paseo. 

Y así los días fueron siendo y mi corazón sintió una vaga alegría, había nuevos colores, nuevos sabores, nuevos olores y conforme a sus “hallazgos” el tiempo ha tomado su vuelo. 
Recorro las calles en línea recta y voy memorizando cuantas he avanzado, algunas veces doblo hacia otro lado pero con suma precaución, debido a que cualquier percance podría confundirme, ¿de qué?, ni yo mismo lo sé, me da miedo seguir adelante, a la izquierda o la derecha, solo debo volver, me da miedo, volviendo no sé nada y de nadie, la nada podría ser todo mientras que así nadie es de mi pero me asegura un lugar, un lugar no del todo grato al cual le tengo cierto agrado, tan solo ante la mínima hospitalidad que representa su techo. El exterior me dio mucho miedo y he terminado por decidir que mi tiempo será dedicado a enfocar mis capacidades en la lectura, ella es la única que me abraza, sin brazos ni piernas, mente ni alma, fría y muerta, siempre mía.


- ¿ Alo, Alo?. 
- si. 
- Tengo miedo.


-Joaquin Madariaga-

17 nov 2011

Alba

Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semillero de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas,
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.

11 nov 2011

Consejo amistoso a un montón de jóvenes.

Id al Tibet
montad en camello.
leed la Biblia
teñid vuestros zapatos de azul.
dejaos la barba.
dad la vuelta al mundo en una canoa de papel
suscribios al Saturday Evening Post
Masticad sólo por el lado izquierdo de la boca
casaos con una mujer que tenga una sola pierna y afeitaos con navaja

y grabad vuestro nombre en el brazo de ella

lavaos los dientes con gasolina
dormid todo el día y trepad a los árboles por la noche.
sed monjes y bebed perdigones y cerveza.
mantened la cabeza bajo el agua y tocad el violín
bailad la danza del vientre delante de velas rosas
matad a vuestro perro
presentaos al Alcalde
vivid en un barril
partios la cabeza con un hacha
plantad tulipanes bajo la lluvia.

Pero no escribáis poesía.

4 nov 2011

Pájaro Azul

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres
mis obras?

¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros

en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir


a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.

le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?