Paginas.

29 may 2013

Deseo nocturno

El fraudulento se llena de carne
Y yo de vino y pan,
Y eso que no soy apóstol
Ni un pedófilo santificado

Pero cuando cae la lluvia,
Me fragmento como los espíritus,
Y la necesidad de gritar
Me engulle a cada segundo

Pasan meses y envejezco,
Corren días y enloquezco,
¿Qué ocurre?
La hipocresía me deja ebrio

¿Estoy loco?
No, solo harto de ambición
Yo quiero a Júpiter
Con todas sus lunas

O el mundo entero
Con todas sus fallas


Pablo José Luis

27 may 2013

El clamor, aquel día, en Roma


Cuerdas de alambres y una potencia devastadora, poder comenzar a construir un cielo, entonces comencemos a cavar y socavar el espacio muerto del pensamiento celestial, ahora cuerdas y látigos, alambras y espadas envenenadas, algo se debe corroer, negociemos, ¿tu sangre o tus sueños?, y besarás espadas cortando el aire, explosiones dimensionales productos del filo de las supernovas, y te debatirás entre el agua y el fuego de bruces buscando la fertilidad de la tierra, verás manifestaciones blancas y oscuras debatiéndose en cementerios, y cuantos espíritus hubiesen existido muestran sus caras momificadas, lloran polvo como relojes de arena alquilados por la eternidad, y sus ojos secos mostrarán el camino que ya has seguido hasta aquí, ¿lo puedes ver?

¡¿Dónde se escondió?!,  gritaran tus manos al arrastrarte camino a las pirámides, y habrás hecho lo que se debió hacer, cortando aquella garganta progenitora de homúnculos con tus propios discursos a bases de manos, un nuevo lugar, otro lugar atestado por el cual cuantos sucesos condujeron el plano de todo lo deseable, una discusión terminando en palmas contra bases de metal, devuelven las regurgitaciones como truenos cayendo sobre el mismo punto, cayendo así un hambre imparable de orquídeas negras, y sueños, y hilarán tus ojos una cuerda entre rocas de un extremo a otro, así que dame una razón para que la memoria nos recuerde, y dame un cementerio con puertas con carruajes de caballos en llamas relinchando hechizos, antorchas en calaveras como velas nupciales empezando la fiesta, miles de lanzas en los caminos y todos nos llevarán a ella, siguen caminando dormidos con capas moradas y de dulce dorado, el fantasma de Rómulo fue una anima que viajaba entre ventanas hacia el sol, como fénix condenado a vagar entre imparables aleteos del sueño, arrastrando liras desafinadas entre los restos de arena

Tu olfato envolverá con el tacto la esfinge luego de haber muerto, y recorrerás pasillos de inanimadas especies luego de cientos de años, así que dame una razón para poder conservarla, dame algo de lo que pueda alimentarme sin morir, dame un oasis digno de ser destruido por un compás que nadie puede entender



26 may 2013

Uróboros

El uróboros, también ouroboros, que quiere decir cola y borá, que significa alimento, es un símbolo que muestra a un animal serpentiforme, engullendo su propia cola, conformando con su cuerpo una forma circular. El uróboros simboliza el esfuerzo eterno, la lucha eterna, o el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo.

18 may 2013

Conquista



Las historias que nos contaban no siempre 
presagiaban con lo que nos pudiera suceder

La misericordia que esta vez no se hizo presente, 
quebró nuestras almas y ya solo queremos
poder tocar con certeza, tangiblemente, los resultados del acuerdo,
con que hemos firmado el sol de los cielos

Y nuestro pueblo que es pequeño como hormiga 
y fuerte como aquella, no vive sin las historias que nos contaban,
 no vive sin tener algo con que afirmarse y ya es normal,como 
aquel misterioso reniego que me ronda el cerebro cada domingo, 
y nuestro pueblo no vive sin maldecir, a cada dios que nos 
abandonó, a la deriva de nuestra triste suerte

14 may 2013

Hidra 1963

El pedregoso sendero se enroscaba en torno a mí
atándome a la noche.
Un bote husmeaba el borde del mar
bajo una luz siseante.

Algo suave envolvió una red
y sangró en torno a una lanza
la roma muerte, el chorro de cúmulos -
¡Te hablé a ti, pensé que estabas cerca!

O era acaso la noche tan oscura
que algo murió solo?
Un hombre con la espalda brillante
golpeaba la comida contra una piedra.


-Leonard Cohen

12 may 2013

En algo más que todo

Aquella llovizna, recuerdos de aquella llovizna en días de invierno caminante, aquellos recuerdos se congelaron en destellos de nieve, y si bien no olvido, no duele ni tampoco no siento, y si bien recuerdo no es que importe, ni que por el contrario que no, sólo sé que aprendí, de aprender caminando, porque caminé ciertamente dependiendo de todo, porque del todo yo, y yo con el todo, de todo lo demás, con ellos nunca me puse de acuerdo, y a suerte de mi imaginación yo también fui llovizna pero no fui un todo, como todos ellos que en el camino perdí, y de nada me hice tapándome con grandes hojas que en el camino encontraba, para creer que era algo más en el frío del suelo, buscando algo que buscaría con querer

En mi propio pasado me acurruqué, en murallas olvidadas de sus nombres, conversé con las lapidas, conversé con los epitafios queriendo entender, en las mesetas altas de la tierra me topé con otro yo, en donde todo futuro posible me llevó, asolado alimentándome con la brisa de la tierra, en donde yo nunca podría haber sabido como encontrarme, en las murallas, y los lagos, de las afamadas planicies del camino, en donde yo deambulé caminando sin mi voz, cantando con voces de sueños y caricias que nunca encontré allí, allí donde las campanas suenan tan fuerte que no te dejan pensar, mirando al frente, a veces mirando hacia arriba, sin nada que pensar 

Y muy lejano redoble acarició mi pelo, luego de tanto buscar, encontrado yo, ¡encontrado yo!, ya no más de sendas sin rumbo, ya no más de probabilidades altivas pero tristes, allí, justamente allí donde todo tuviese un sentido, para poder despertar de aquel mal sueño del caminar, había un lugar donde yo vi, yo lo sabía como sabía que soñaba, como sabía que había encontrado una multitud confusa, pero te perseguí como quien busca el sueño, perdiéndome en los callejones, en donde me preguntaría una y otra vez más por donde doblar, pero para cuando te encontré, ni los caminos, ni los lagos, ni las murallas, ni aquella
atronadora pesadilla, ni los pasajes y los caminos de espinas poéticas, ni el sueño en sueños, dulzura de tu hermosa mirada y las manos de tu poderosa alma, viva y preciosa, como sólo tú puedes ser, como para que todo de aquel mal sueño nada importe y desee mañana volver a besarte, despertando junto a ti, queriendo volver una y otra vez más

11 may 2013

Fragmento de Escritos de un viejo indecente


—terminó —dijo él—, han ganado. 
—han ganado, han ganado, han ganado —dijo Moss. 
—¿y quién ganó el partido? —preguntó Anderson a Moss. 
—no sé. 
Moss se acercó a la ventana. vio a un norteamericano varón que pasaba. gritó por la 
ventana: 
—eh, ¿quién ganó el partido?
—los Piratas tres dos —contestó el norteamericano varón. 
—lo oíste, ¿no? —preguntó Moss a Anderson. 
—sí. ganaron los Piratas tres dos. 
—¿quién habrá ganado la novena carrera? 
—eso lo sé yo —dijo Moss—. Spaceman II. siete a uno. 
—¿quién montaba?
—Garza. 
se sentaron a tomar su cerveza. no estaban borrachos del todo. 
—han ganado —dijo Anderson. 
—qué te cuentas, di —dijo Moss. 
bueno, pues que como no me agencie una tía en seguida voy a acabar loco. 
—el precio es siempre demasiado alto. mejor olvídalo. 
—ya sé, ya. pero cómo olvidarlo. empiezo a soñar locuras. que las doy por el culo a 
las gallinas.
—¿gallinas? ¿funciona? 
—en sueños sí. 
siguieron trasegando cerveza. eran viejos amigos, treinta y tantos, trabajos de 
mierda. Anderson, casado una vez, divorciado una vez, dos hijos por ahí. Moss, casado 
dos veces, divorciado otras dos, un hijo por ahí. era un sábado por la noche, en el 
apartamento de Moss. 
Anderson lanzó al aire haciendo un gran arco una botella de cerveza vacía que 
aterrizó encima de las otras en el cubo de la basura. 
—sabes —dijo—, los hay que, simplemente, no se les dan las mujeres. a mí, por 
ejemplo, nunca se me dieron demasiado bien. y me fastidia muchísimo todo el asunto. y 
cuando termina te sientes como si el jodido fueses tú. 
—¿quieres tomarme el pelo? 
sabes bien lo que quiero decir: tienes la sensación de que te timaron, de que te 
estafaron. los calzoncillos allí en el suelo con su levísima mancha-mierda estival y ella
camino del baño, victoriosa. y tú allí tumbado mirando al techo con la cara fláccida, 
preguntándote qué coño es aquello, sabiendo que tendrás que escuchar su chachara 
huera el resto de la noche... y yo tengo una hija también. dime, ¿crees que soy un 
puritano o un marica, o algo así?
—no, hombre, no. sé lo que quieres decir. sabes, eso me recuerda que una vez, en 
casa de una tía, la conocía muy poco, un amigo me mandó más o menos allí. aparecí con 
una botella y le solté diez dólares. no estuvo mal y no me monté ninguna intimidad 
espiritual, ningún rollo sentimental. la dejé sintiéndome bastante libre, allí mirando al 
techo, estirado, y esperé a que ella hiciese su excursión al baño. pero ella hurgó bajo del 
colchón y sacó aquel andrajo y me lo pasó para que me limpiara. se me hundió el 
corazón. aquel coño de trapo estaba casi tieso. pero yo me hice el duro. busqué una zona 
blanda y me limpié. me costó trabajo encontrarla. luego usó el trapo ella. salí como un 
tiro de allí. y si quieres llamarle a eso puritanismo, allá tú. llámaselo. 
estuvieron callados un rato los dos dándole a la cerveza. 
—bueno, no seamos tan cabrones —dijo Moss. —¿eh? —preguntó Anderson. 
—hay algunas mujeres buenas. 
—¿eh? 
—sí, quiero decir cuando todo va bien: yo tuve una amiga, ay Dios, era gloria pura. 
y ni rollos románticos ni nada parecido. 
—¿qué pasó?
—murió joven. 
—lástima. 
—lástima, sí. casi muero yo también de la borrachera. 
siguieron mamando cerveza. 
—¿por qué será? —preguntó Anderson. 
—¿por qué será qué?
—¿por qué será que estamos de acuerdo en casi todo?
—por eso somos amigos, supongo. eso es lo que significa la amistad: compartir el
prejuicio de la experiencia. 
—Moss y Anderson. un dúo. actuando en Broadway. los asientos estarían vacíos. 
—sí. 
(silencio, silencio, silencio) luego: 
—la cerveza es cada vez más floja. ya no la hacen como antes. 
—sí. Garza. nunca habría apostado por Garza. 
—no tiene un porcentaje alto. 
—pero ahora que González perdió su penco puede que consiga mejores marcas. 
—González, no tiene fuerza ni envergadura suficiente. se le van los caballos en las
curvas. 
—gana más que nosotros. 
—eso no es ningún milagro. 
—no. 
Moss tiró la botella de cerveza hacia el cubo, erró el tiro. 
—nunca fui un atleta —dijo—. Dios, en el colegio siempre me cogían el penúltimo 
cuando hacían equipos. después de mí iba el idiota subnormal. se llamaba Winchell. 
—¿qué fue de Winchell?
—ahora es presidente de una empresa siderúrgica. 
—vaya por Dios, hombre. 
—¿quieres oír el resto?
—¿por qué no?
—el héroe. Harry Jenkins. está en San Quintín. 
—vaya. ¿están en la cárcel los hombres que deben estar o los que no deben?
—ambos: los que deben y los que no deben. 
—tú has estado en la cárcel. ¿cómo es?
—lo mismo. 
—¿qué quieres decir?
—bueno, es una sociedad del mundo en otro elemento, se gradúan ellos mismos 
según su actividad. los estafadores no se relacionan con los ladrones de coches. los 
ladrones de coches no se relacionan con los violadores. los violadores no se rozan con 
los exhibicionistas. todos los hombres se gradúan según lo que les cazaron haciendo. 
por ejemplo, el que hace películas porno tiene una graduación bastante alta y el que se 
metió con un niño la tiene bajísima. 
—¿y cómo los gradúas tú a ellos?
—todos igual: cazados.
—sí, claro. ¿cuál es la diferencia entre un tipo que está en chirona y el individuo medio que anda por la calle? 
—el que está en chirona es el Perdedor que lo ha intentado. 
—tú ganas. pero sigo necesitando una tía. 
Moss fue a la nevera y sacó más cervezas. se sentó y abrió dos. 
—ay, las tías —dijo—. hablamos como chavales de quince años. sencillamente no 
puedo andar ya detrás del asunto. no soporto todos los aburridos preámbulos, todas esas 
minucias. hay hombres que tienen una especie de don natural. pienso en Jimmy 
Davenport. Dios, qué tipejo vanidoso de mierda era, pero las mujeres sencillamente le 
adoraban. y como persona era un monstruo horrible. después de jodérselas solía ir a la 
nevera y mearles en los cuencos de ensalada y en las bolsas de leche; en donde podía. le 
parecía muy divertido. y ella salía y se sentaba, con los ojos destilando amor por aquel 
bastardo. me llevaba a las casas de sus chicas para enseñarme cómo lo hacía, e incluso
me dejaba probar, un poco de vez en cuando, y por eso iba allí a verlo. pero parece que 
las mujeres más guapas andan siempre detrás de los mierdas más horribles, los farsantes 
más descarados. ¿o sólo tengo envidia, tengo la visión deformada?
—tienes toda la razón, hombre. la mujer ama al mentiroso por lo bien que miente. 
—bueno, entonces, suponiendo que esto sea verdad, que la mujer procrea con el 
falsario, ¿no destruye esto una ley de la naturaleza? ¿no destruye la ley de que el fuerte 
se une con el fuerte? ¿qué clase de sociedad nos da esto?
—las leyes de la sociedad y las de la naturaleza son distintas. tenemos una sociedad
antinatural. por eso estamos a punto de irnos al carajo. intuitivamente, la mujer sabe que
el farsante sobrevive en nuestra sociedad, y por eso le prefiere. a ella sólo le interesa
tener hijos y criarlos con seguridad. 
—¿quieres decir entonces que la mujer nos ha conducido al borde del infierno en el 
que hoy estamos? —la palabra para eso es «misógino». —y Jimmy Davenport es Rey. 
—¿rey de los Meones? las tías nos han traicionado y sus huevos atómicos se
amontonan alrededor nuestro... —llámale «misoginia». Moss alzó la botella de cerveza: 
—¡por Jimmy Davenport! Anderson alzó la suya: —¡por Jimmy Davenport! vaciaron 
las botellas. Moss abrió otras dos. 
—dos viejos solitarios echando la culpa a las mujeres... —en realidad, somos un par
de mierdas —dijo Anderson. —sí. 
—oye, ¿seguro que no conoces a un par de tías? —puede. 
—¿por qué no pruebas? 
—eres un pesado —dijo Moss. luego, se levantó y fue al teléfono, marcó un 
número. esperó. 
—¿Shareen? —dijo—. oh sí, Shareen... Lov... Lov Moss... ¿te acuerdas? la fiesta de
Avenida Katella. en casa de Lou Brinson... una noche terrible, sí, sé que estuve muy 
desagradable pero lo pasamos bien, ¿recuerdas? siempre me gustaste, es la cara, creo 
que es la cara, ese perfil tan clásico. no. sólo un par de cervezas. ¿qué tal Mary Lou?
Mary Lou es buena persona. es que tengo un amigo. ¿qué? da clases de filosofía en 
Harvard. en serio. pero es un tipo muy normal... ¡ya sé que Harvard es una facultad de 
derecho! pero qué demonios, también tienen Kants como él por allí! ¿qué? un Chevrolet 
del 65. acabo de hacer el último pago. 
¿cuándo? ¿aún tienes aquel vestido verde del maldito cinturón que te queda 
colgando por el rabo? no me burlo. es muy sexy. y bonito. sigo soñando contigo y con 
las gallinas. ¿qué? es un chiste. ¿qué me dices de Mary Lou? de acuerdo, vale. pero dile 
que este chico es muy educado. tipo muy listo. algo tímido. ya entiendes... oh, un primo 
lejano. de Maryland. ¿qué? ¡bueno, demonios, yo tengo una familia poderosa)! ah, sí, 
¿de veras? vaya, qué graciosa eres. en fin, está en la ciudad y libre. ¡no, claro que no 
está casado! ¿por qué iba a mentir? no, sigo pensando en ti... aquel cinturón colgando... sé que suena un poco rancio... clase. tienes mucha clase. seguro, radio y calentador. ¿el
Strip? allí ahora no hay más que crios. ¿y por qué no compro una botella?... de acuerdo, 
perdona, no, no quiero decir que seas vieja. demonios, ya me conoces, ya sabes que soy 
un bocazas. no, habría llamado pero me mandaron fuera de la ciudad. ¿qué edad? tiene 
treinta y dos pero parece más joven. creo que tiene una especie de beca. se va pronto a 
Europa. a dar clases en Heidelberg. que sí, que es verdad. ¿a qué hora? de acuerdo, 
Shareen. hasta la vista, querida. 
Moss colgó. se sentó. cogió de nuevo su cerveza. 
—tenemos una hora de libertad, profesor. 
—¿una hora? —preguntó Anderson. 
—una hora. tienen que empolvarse los coñitos, y demás, ya sabes cómo son esas 
cosas. 
—¡por Jimmy Davenport! —dijo el profesor de Harvard. 
—por Jimmy Davenport —dijo el troquelador. 
apuraron las botellas. 

9 may 2013

A la manera de antaño

Gran hogar patriarcal lleno de nidos,
de muérdagos y rémoras felices;
un pan de sal para los días idos
y un pan de mar para los días grises.

La proa afronta contra la ola ( heridos ),
a los corsarios sobre cien países,
o andamos por la aldea atardecidos
tragando sol o cazando perdices.

Le invade de chacales la retórica,
pero yo echo la orinada histórica
sobre sus catres de metales blandos.

Y aunque toda la horda nos acosa,
medio a medio de los caminos, rosa
de humo y piedra, la tribu está brillando.


-Pablo  de Rokha

7 may 2013

Donde una vez las aguas de tu rostro...

Donde una vez las aguas de tu rostro
giraron impulsadas por mis hélices, sopla tu áspero fantasma,
los muertos alzan la mirada;
donde un día asomaron el pelo los tritones
a través de tu hielo, el viento áspero navega
por la sal, la raíz, las huevas de los peces.

Donde una vez tus verdes nudos hundieron su atadura
en el cordón de la marea, allí camina ahora
el vegetal destejedor,
con tijeras filosas, empuñando el cuchillo
para cortar los canales en su origen
y derribar los frutos empapados.
    
Invisibles, tus mareas medidoras del tiempo
irrumpen en las camas galantes de las algas;
el alga del amor se vuelve mustia;
allí en torno a tus piedras
sombras de niños van, que desde su vacío
lloran ante el mar colmado de delfines.

Secos como la tumba, tus coloreados párpados
no serán aherrojados mientras la magia se deslice
sabia sobre el cielo y la tierra;
habrá corales en tus lechos,
habrá serpientes en tus mareas,
hasta que mueran todos nuestros juramentos del mar.


-Dylan Thomas

6 may 2013

De todas las desesperaciones...

De todas las desesperaciones, la de la muerte tiene que ser la peor
ella y el miedo a morir, cruz y raya
cuando ya se puede pronosticar el día y la hora
Hay una fea probabilidad de que el miedo a morir y la desesperación
de la muerte sean
normalmente inseparables como la uña y la carne
Recuerdo a un amigo de otros años él huía de noche de su casa y del hospital
sin más salvoconducto que el que se daría a un condenado en el infierno
se dejaba caer en casa de amigas que no compartían su amor por ellas,
condenadamente bellas
exigía con argumentos propios de la ciencia de la locura
que lo recibieran en esas casas como huésped estable
me parece ver cómo al final de esas conversaciones imposibles
era reconducido a su madriguera por las señoras y los esposos
en medio del gran silencio, él, el gnomo de la selva negra del amanecer
de vuelta a su anticasa
o al aeródromo de los hospitales para que no perdiera su vuelo.


-Enrique Lihn

5 may 2013

Sin tu cariño

Sabría mañana que ni el peso de la muerte como una roca inmensa sobre mi sien, me quitaría de en medio, y que ni las piezas de una sincronización perfecta podrían destrozarme esta vez, y puedo, que culparé a la soledad del tiempo lapidado en otras eras, y los pasos que cuestan en olvidar de sus procesos históricos, y le atribuiré a esta momentánea maldición si el oro o más que ello sea diluido en cada ofrenda al devenir, en la imaginación tortuosa, y que cada momento de necromancia fuese a resucitarse a sí mismo, a cada cual insurrección o mundo que representa la oscuridad del corazón se levantase, así, para terminar cayendo el tiempo al fuego y moldeándose en otro templo, en otro lugar, en otro hogar, siento miedo en la propia insanidad del destino e ideas que intentan revolcar mi fe, no más por mi propia desdicha en otro tiempo, en otro hogar, en otro corazón, rojo por la sangre que denota la taciturna expresión de las paredes, y que ahora en la calidez se reaparece en el nicho, como carcajadas desgarradas que se impregnarían en mi tráquea reseca si la juramentación fuese engañosa, y así bajándome del bus viviría cada medio letargo de interpretaciones en imágenes, como en nadie pensé alguna vez, viviría sin nada, sin nada de mí mismo, y viviría arrastrando mis propios pasos en la simplicidad de los colores que rodean los cerros, y las pinturas que vimos cundirían en mi memoria como un disparo lejano que atravesaría mi cráneo, desparramando canciones que me recuerden tu cuerpo de mujer, porque sin tu cariño, sin tu cariño viviría perdido entre las esencias, convertidas en catacumbas derrumbadas de mi propio corazón

-Joaquín Madariaga

4 may 2013

Los profesores


Los profesores nos volvieron locos
a preguntas que no venían al caso
cómo se suman números complejos
hay o no hay arañas en la luna
cómo murió la familia del zar
¿es posible cantar con la boca cerrada?
quién le pintó bigotes a la Gioconda
cómo se llaman los habitantes de Jerusalén
hay o no hay oxígeno en el aire
cuántos son los apóstoles de Cristo
cuál es el significado de la palabra consueta
cuáles fueron las palabras que dijo Cristo en la cruz
quién es el autor de Madame Bovary
dónde escribió Cervantes el Quijote
cómo mató David al gigante Goliat
etimología de la palabra filosofía
cuál es la capital de Venezuela
cuándo llegaron los españoles a Chile

Nadie dirá que nuestros maestros
eran unas enciclopedias rodantes
exactamente todo lo contrario:
unos modestos profesores primarios
o secundarios no recuerdo muy bien
-eso sí que de bastón y levita
como que estamos a comienzos de siglo-
no tenían para qué molestarse
en molestamos de esa manera
salvo por razones inconfesables:
a qué tanta manía pedagógica
¡tanta crueldad en el vacío más negro!

Dentadura del tigre
nombre científico de la golondrina
de cuántas partes consta una misa solemne
cuál es la fórmula del anhidrido sulfúrico
cómo se suman fracciones de distinto denominador
estómago de los rumiantes
árbol genealógico de Felipe II
Maestros Cantores de Nüremberg
Evangelio según San Mateo
nombre cinco poetas finlandeses
etimología de la palabra etimología

Ley de la gravitación universal
a qué familia pertenece la vaca
cómo se llaman las alas de los insectos
a qué familia pertenece el ornitorrinco
mínimo común múltiplo entre dos y tres
hay o no hay tinieblas en la luz
origen del sistema solar
aparato respiratorio de los anfibios
órganos exclusivos de los peces
sistema periódico de los elementos
autor de Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis
en qué consiste el fenómeno llamado es-pe-jis-mo
cuánto demoraría un tren en llegar a la luna
cómo se dice pizarrón en francés
subraye las palabras terminadas en consonante.

La verdad de las cosas
es que nosotros nos sentábamos en la diferencia
quién iba a molestarse con esas preguntas
en el mejor de los casos apenas nos hacían temblar
únicamente un malo de la cabeza
la verdadera verdad de las cosas
es que nosotros éramos gente de acción
a nuestros ojos el mundo se reducía
al tamaño de una pelota de fútbol
y patearla era nuestro delirio
nuestra razón de ser adolescentes
hubo campeonatos que se prolongaron hasta la noche
todavía me veo persiguiendo
la pelota invisible en la oscuridad
había que ser buho o murciélago
para no chocar con los muros de adobe
ése era nuestro mundo
las preguntas de nuestros profesores
pasaban gloriosamente por nuestras orejas
como agua por espalda de pato
sin perturbar la calma del universo:
partes constitutivas de la flor
a qué familia pertenece la comadreja
método de preparación del ozono
testamento político de Balmaceda
sorpresa de Cancha Rayada
por dónde entró el ejército libertador
insectos nocivos a la agricultura
cómo comienza el Poema del Cid
dibuje una garrucha diferencial
y determine la condición de equilibrio.
El amable lector comprenderá
que se nos pedía más de lo justo
más de lo estrictamente necesario:
¿determinar la altura de una nube?
¿calcular el volumen de la pirámide?
¿demostrar que raíz de dos es un número irracional?
¿aprender de memoria las Coplas de Jorge Manrique?
déjense de pamplinas con nosotros
hoy tenemos que dirimir un campeonato
pero llegaban las pruebas escritas
y a continuación las pruebas orales
(en unas de fregar cayó Caldera)
con una regularidad digna de mejor causa:

teoría electromagnética de la luz
en qué se distingue el trovador del juglar
¿es correcto decir se venden huevos?
¿sabe lo que es un pozo artesiano?
clasifique los pájaros de Chile
asesinato de Manuel Rodríguez
independencia de la Guayana Francesa
Simón Bolívar héroe o antihéroe
discurso de abdicación de O'Higgins
ustedes están más colgados que una ampolleta

Los profesores tenían razón:
en verdad en verdad
el cerebro se nos escapaba por las narices
-había que ver cómo nos castañeteaban los dientes-
a qué se deben los colores del arco iris
hemisferios de Magdeburgo
nombre científico de la golondrina
metamorfosis de la rana
qué entiende Kant por imperativo categórico
cómo se convierten pesos chilenos a libras esterlinas
quién introdujo en Chile el colibrí
por qué no cae la Torre de Pisa
por qué no se vienen abajo los Jardines Flotantes de Babilonia
¿por qué no cae la luna a la tierra?
departamentos de la provincia de Ñuble
cómo se trisecta un ángulo recto
cuántos y cuáles son los poliedros regulares
éste no tiene la menor idea de nada.

Hubiera preferido que me tragara la tierra
a contestar esas preguntas descabelladas
sobre todo después de los discursitos moralizantes
a que nos sometían impajaritablemente día por medio
¿saben ustedes cuánto cuesta al estado
cada ciudadano chileno
desde el momento que entra a la escuela primaria
hasta el momento que sale de la universidad?
¡un millón de pesos de seis peniques!

Un millón de pesos de seis peniques
y seguían apuntándonos con el dedo:
cómo se explica la paradoja hidrostática
cómo se reproducen los helechos
enuméreme los volcanes de Chile
cuál es el río más largo del mundo
cuál es el acorazado más poderoso del mundo
cómo se reproducen los elefantes
inventor de la máquina de coser
inventor de los globos aerostáticos
ustedes están más colgados que una ampolleta
van a tener que irse para la casa
y volver con sus apoderados
a conversar con el Rector del Establecimiento.

Y mientras tanto la Primera Guerra Mundial
Y mientras tanto la Segunda Guerra Mundial
La adolescencia al fondo del patio
La juventud debajo de la mesa
La madurez que no se conoció
La vejez
............ con sus alas de insecto.


-Nicanor Parra

2 may 2013

Tregua


Cada cierto tiempo
Los dioses me dan una tregua
A veces se nota, viene con carta
Viene en forma de noches indoloras
De estrellas que ya no existen
O en forma de mujer

Y los lugares para este lapso
quizás no son los adecuados
Y mucho menos los mejores
Para estar contigo

Pero cuando los dioses
Me estrangulan día y noche
Doy gracias porque la luz
De la luna en tu rostro
Un sábado a las seis de la mañana
En un rincón ignorado del mundo
Entregue más calor
Que un cigarro agonizando

Y nadie puede decir lo contrario
Porque en mi soledad te encontré
Y evadí la horca y a los dioses
Porque te encontré tuve calor
Y una tregua

Ahora, muerto de incertidumbre
Espero por llegar frente a tu mirada
A veces perdida en forma de mujer
Para saber que aún estoy aquí

Polilla de farol, paloma fugaz
Te comparo con el sol
Y las hojas secas
Cuando camino
Cuando te miro

-Pablo José Luis 

1 may 2013

Para Jane



225 días bajo la hierba
y sabes más que yo.
Hace mucho que te quedaste sin sangre,
Eres leña seca en una cesta.
¿Es así como son las cosas?
En esta habitación
las horas del amor
aún hacen sombras.
Cuando te fuiste
te llevaste casi
todo.

Me arrodillo por las noches
ante tigres
que no me dejan tranquilo.
Lo que fuiste
no se repetirá.

Los tigres me han encontrado
y no me importa.


-Charles Bukowski