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31 ene 2013

Condenación

El banco inextricable y duro,
El arduo pasadizo, el voraz maëlstrom,
Menos arena arrastran y menos broza impura

Que nuestros corazones, donde se mira el cielo;
Son como promontorios en el aire sereno,
Donde el faro destella, centinela benéfico,
Pero abajo minados por corrosivas lapas;

Podríamos compararlos todavía al albergue,
Del hambriento esperanza, donde golpean de noche,
Jurando, heridos, rotos, solicitando asilo,
Prelados y estudiantes, rameras y soldados.

Nunca regresaran a las sucias alcobas;
Guerra, ciencia y amor, nada nos necesita.
El atrio estaba helado, infectos vino y lecho;
¡Hay que servir de hinojos a visitantes tales!

-Charles Baudelaire

29 ene 2013

Esta noche

Hay tanta confusión, créeme, como a pasos ciegos en el abismo, porque el intento es un suicidio fulminante, y en ese camino de surcos dorados, vi el espectro de mí que nunca podría alcanzar

Busqué el pasadizo que hay en mí con el apuro de alturas, como lo que creí que sería nuestro, únicamente nuestro en mi corazón, porque ya siempre he confundido los conceptos, los preceptos del océano celeste de tus ojos, y aunque lo he intentado nunca encontraré el espectro de mí, créeme

Soy una fase del olvido, del odio consumado en puños de aire, una carta en un castillo de naipes, una brisa que se lo llevó todo, la carcajada sangrienta de nerviosismo en la horca, un disparo en la penumbra, un amante furtivo entre cien o más del palacio, lujuria

Sobre el escritorio encontrarás mis saludos, mis días, mis noches, acostándome contigo sin conocernos, acostándonos en una noche sin ti, aun cuando me hablabas y tu voz cruzaba sobre mí, aun cuando el cielo eres tú y yo solo esto, acostándonos sin conocernos

Esta noche puedo sentir el movimiento telúrico de la desesperación, sin ningún lugar al que ir, mantengo la postura de despreocupado sin más, esta noche es otra noche como cualquiera, en la más remota idea que cruzó mi cabeza, en este cuarto igual que el anterior, sin distinción, sin nada más, esta noche puedo sentir el vaivén de tu amor, sin mí, esta noche puedo sentir tu danza de espadas cruzando mi corazón, sin romper las cadenas de mi desilusión en silencio, esta noche


-Joaquín Madariaga

27 ene 2013

La flor y la gaviota

Katia me echó de su casa 
y tomé la última cerveza para el camino
La terminé en menos de dos minutos 

y entonces me fui sobrio hasta la costanera
Donde hizo efecto
Tarde, muy tarde
La luna brillaba en medio del cielo 

La gente se volvió un asco para mí
Los autos no avanzaban
Y si lo hacían, no era más un metro
Vi rostros desagradables, esperando, siempre esperando
Una mujer
Un golpe de suerte

O simplemente una buena noche
¡Usa la lengua! Le grité a una pareja
La gente me quedó mirando. Obvio
Caminé rápido y me llamó la atención una flor morada
La arranqué
Una argentina con sus hijas me vieron con ternura
Avancé y me percaté del cadáver de una gaviota
Le dejé la flor
Y se vio más digno
Más humano
Que cualquiera de los tipos en sus autos.

-Pablo José Luis

25 ene 2013

Mi bohemia


Me iba, con los puños en mis bolsillos rotos...
mi chaleco también se volvía ideal,
andando, al cielo raso, ¡Musa, te era tan fiel!
¡cuántos grandes amores, ay ay ay, me he soñado!

Mi único pantalón era un enorme siete.
––Pulgarcito que sueña, desgranaba a mi paso
rimas Y mi posada era la Osa Mayor.
––Mis estrellas temblaban con un dulce frufrú.

Y yo las escuchaba, al borde del camino
cuando caen las tardes de septiembre, sintiendo
el rocío en mi frente, como un vino de vida.

Y rimando, perdido, por las sombras fantásticas,
tensaba los cordones, como si fueran liras,
de mis zapatos rotos, junto a mi corazón.


-Arthur Rimbaud

24 ene 2013

Gladiolos junto al mar

Gladiolos rojos de sangrantes plumas
lenguas del campo llamas olorosas:
de las olas azules amorosas
cartas os llegan: pálidas espumas

Flotan sobre las alas de las brumas
epístolas de polen numerosas
donde a las aguas piden por esposas
gladiolos rojos de sangrantes plumas

Movidas son las olas por el viento
y el pie de los gladiolos van besando
al son de un suave y blando movimiento

y en cada dulce flor de sangre inerte
la muerte va con piel de sal entrando
y entrando van las flores en la muerte


-Oscar Hahn

22 ene 2013

Desesperanzado entre penumbras de flores


Desde entonces me empecé a sentir inútil y vacío
Aborrecido por mis más cercanos,
Decidí recaer en mis antiguos vicios
Ah, cómo los extrañaba
Cómo corrían mis venas ante la llamada de lo cotidiano
He sido un mal amante al jugar con los secretos,
Entre las cuatro paredes silenciado por la manía de observar de cerca
Mis errores

Oigo gemir a las nubes durante la madrugada,
Escucho carreras en los pasillos,
Pasos de baile en el techo,
Y moscas rompiéndose la cabeza contra los vidrios

Esperando ahogarme como los peñascos del norte grande,
O como un suicida desde un puente,
Busco en tu figura un tiempo que no llega,
Y mis frustraciones son tales
Que un martillo pareciera ser una solución para mi cabeza

Busco con gentileza y brutalidad el contacto cuerpo a cuerpo,
Con la mujer inmensa, descomunal y afrodisíaca,
Que ha de ahogarme entre su respiración,
Y yo me quitaré la armadura de esclavo 

La noche dura más que el tiempo mismo
Y con furia cierro el libro de mis historias,
Para entregarme a mis demonios. 

-Pablo José Luis

11 ene 2013

Maestre compañero



Hay un pecado oculto en el cráneo de dios atisbando invivibles lugares, hemos desbordado peligro en la paz de las imaginaciones, en aquel camino de tierra que nunca conoceremos, bienvenido al ensueño encubierto de ternura truncada, aquí no se es sino deviniendo para sangrar por la boca todo lo que te dijeron ser, ese olvidado callejón en esa olvidada ciudad, yo soy ese hombre que camina por la vereda de la muerte bordeando el excelso decaimiento, y no siempre sino que es deviniendo el camino una y otra vez deviniendo, protegiendo lo que mañana asesinó por la espalda sin saber respirar, sin saber ni en lo más mínimo su lugar en este lado de la historia, sin entender el decaimiento singular de su figura personal, su estremecimiento plural en el azote de dios

De tu figura solitaria nadie compone una sola canción, maestre calavera de sombrero negro y botas pesadas, brilla la ciudad en tus zapatos caminantes, cada motel y calle pasajera en el recuerdo a fuego de una mente perturbada, cada esquina parecida a la anterior y la venidera, cada rincón explorado e inexplorado de sutilezas y estruendos por venir y pasados,
¡cada cierto pago en sangre es insuficiente!, mañana es el venir, el momento es el pasar insuficiente solitario y calavera, y calavera para siempre caminando por la ciudad sin ser visto ni sentido


-Joaquín Madariaga

Agnus Dei

Horizonte de tierra
Astros de tierra
Lágrimas y sollozos reprimidos
Boca que escupe tierra
Dientes blandos
Cuerpo que no es más que un saco de tierra
Tierra con tierra -tierra con lombrices.
Alma inmortal-espíritu de tierra.

Cordero de dios que lavas los pecados del mundo
Dime cuántas manzanas hay en el paraíso terrenal.
Cordero de dios que lavas los pecados del mundo
Hazme el favor de decirme la hora.

Cordero de dios que lavas los pecados del mundo
Dame tu lana para hacerme un sweater.

Cordero de dios que lavas los pecados del mundo
Déjanos fornicar tranquilamente:
No te inmiscuyas en ese momento sagrado.

-Nicanor Parra

5 ene 2013

Si Me Hiciera Cosquillas El Roce Del Amor


Si me hiciera cosquillas el roce del amor
si una niña tramposa me robara a su lado
y horadase sus pajas rompiendo mi vendado corazón,
si ese rojo escozor pudiera dar a luz
la risa en mis pulmones como pare el ganado,
no temería yo a la manzana ni al diluvio
ni a la sangre maligna de la primavera.

¿Qué será, macho o hembra? se preguntan las células
y como un fuego arrojan desde la carne la ciruela.
Si me hiciera cosquillas la cabellera incubadora,
el hueso alado que crece en los talones,
la comezón del hombre sobre el muslo del niño,
no temería al hacha ni a las horcas
ni a la varas cruzadas de la guerra.

¿Qué será, macho o hembra? se preguntan los dedos
que llenan las paredes de niñas inmaduras
con sus hombres dibujados a tiza.
Si me hiciera cosquillas la avidez del granuja
que insufla su calor al nervio en carne viva
no temería al diablo sobre el lomo
ni a la tumba veraz.

Si me hiciera cosquillas el roce de los amantes
que no borra ni las patas de gallo ni la risa sin dientes
sobre magras quijadas en la vejez enferma,
el tiempo y las ladillas y el burdel de amoríos
me dejaría frío como manteca para moscas,
las espumas del mar bien podrían ahogarme
cuando rompen y mueren al pie de los amantes.

La mitad de este mundo es del demonio, la otra mitad es mía,
bobo por esa droga fumada en una niña
y enredado en el brote que bifurca su ojo.
La tibia del anciano y mi hueso tienen la misma médula
y todos los arenques huelen dentro del mar,
yo me siento y contemplo bajo mi uña al gusano
que corroe lo vivo.

Y éste es el roce, único roce que hormiguea.
El mono contrahecho que se hamaca a lo largo de su sexo
desde las húmedas tinieblas del amor y el tirón de la nodriza
no puede hacer surgir la medianoche de una risa entre dientes,
ni del momento en que encuentra una belleza entre los pechos
de la amante, la madre, los amantes o toda su estatura
en la punzante oscuridad.

¿Y qué es el roce? ¿La pluma de la muerte sobre el nervio?
¿es tu boca, amor mío? ¿El abrojo en el beso?
¿Mi payaso de Cristo nacido sobre el árbol entre espinas?
Las palabras de la muerte son más secas aún que su mismo cadáver
y mis heridas llenas de palabras tienen las huellas de tu pelo.
Me haría cosquillas el roce del amor, pues bien:
hombre, sé mi metáfora.

-Dylan Thomas

2 ene 2013

Extraño

Algunas noches
como esta noche
parecieran reptar por atrás del cuello
de uno y detenerse en la base del cráneo,
se quedan allí
así
de esta manera.
Probablemente sea un pequeño preludio a
la muerte,
un pre-calentamiento.
lo acepto.
Entonces la mente se vuelve como
una película:
observo a Dostoievski en un pequeño cuarto
y él está bebiendo un vaso de
leche.
No es una película larga:
él apoya el vaso y se
acaba.
Luego estoy de vuelta
aquí.
Un purificador de aire
hace su blando sonido detrás mío.
fumo demasiado, todo el cuarto
a veces se pone azul
por eso mi mujer ha puesto el
purificador de aire.

Ahora la noche ha abandonado la base
de mi cráneo.
Me recuesto en la silla
giratoria
recojo un destapador con la forma
de un caballo.
Es como que estoy sosteniendo al mundo entero
aquí
con la forma de un caballo.

Dejo al mundo,
abro un ganchito de papeles y comienzo a limpiar
mis uñas.

Esperar a la muerte puede ser perfectamente
apacible.

-Charles Bukowski