Las sensaciones son como vagones de carga entre una ciudad y otra, con pasajeros hambrientos y confundidos, entre vagón y vagón
La luz de la ciudad, los sonidos de la fiestas a fin de año, la multitud pasajera, enmudece sus caras y ensucian sus trajes, cualquier muestra de dignidad es arruinada por las sucias bromas de la publicidad y las asquerosas mentiras del ayer, mientras mi cuerpo no es más que una ilusión que se materializa lejos de mi mente para aferrarse al toque de la muerte.
-Joaquín Madariaga-
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