Paginas.

10 feb 2012

Una fiesta llamada muerte

Todos nos vestimos de etiqueta para aquel día, recuerdo a mis amigas, sí que se veían hermosas, siempre he tenido la curiosidad, de porqué estas fiestas empiezan temprano.

Todo el mundo catatónico llega en sus autos, claro que el anfitrión se luce en su hermosa limusina negra, es una fiesta tropical, llena de flores, al llegar un lugar inmenso de techo alejado de mis manos, creo que para que al saltar con mi canción favorita no rompa el techo a golpes.

Otra cosa curiosa es el orden en que nos hacen sentarnos, es tan perfecto, que logra reunir a gente que no se ve hace siglos. Me entretiene mucho el hecho de cantar karaoke en medio de la fiesta, haciendo estas locas coreografías, en donde todos nos sentamos y paramos, nunca entendí cuando se perdía, pero son cosas de fiestas.

Siempre hay un momento en que todos están tan ebrios que deciden ir a tomar al exterior, en un paréntesis, ¿han visto cuando sus amigos patéticamente lloran a esa ex a la cual creen amar, después de haberse tomado unas cuantas copas? Bueno, en esta cierta salida a tomar aire, créanme que lo he visto.

Siempre es bonito acabar en el atardecer, bueno, pero como siempre creo que esa vez me excedí en el alcohol, pero como toda gran fiesta mis amigos, familiares incluso padres, me acostaron jajaja, que alegre fiesta, de hecho recuerdo el estúpido hecho de que me hayan rellenado de flores, algún día les llegará a ellos y me vengaré.

Al final de esta hermosa jornada, logro divisar, antes que me tapen para dormir, que todos la pasaron genial, sus risas son tal que les caen lagrimas, a algunos por pena y otros de alegría, aunque todos piensan que, lo importante no es ser anfitrión, sino que es estar ahí.

Y así un día logre escuchar de este tipo de fiesta, llamada muerte.



-Juan Paulo Villegas-

No hay comentarios:

Publicar un comentario