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17 jul 2012

Los Lirios


Una fracción de él toma reposo, nunca se sabe si se está en su mente, caen del cielo besos
agrios, escarpada su vista decae, es despreciado por tantas cosas, lo sabe, sabe cuántas veces
ha sido rechazado, botado por ellas, el cielo sigue burlándose y la tierra lo sigue aceptando,
hacia las afueras de las alturas, hecho de marcas para no volverse a ver con nadie más, el
quisiera volver a sentir algún aliento, donde dejar huella, preparándose más quisiera que no
fuese así, corregir la idea de esta, la voz se le atasca hasta escupir sus penas enternecidas
Solo sabe sacar las semillas marchitas de la sonrisa, sonreír, una risa corta, esperando
que todo llegue vivo, de un ahogado dolor, mientras se pierden el uno al otro, quedan calladas
las palabras, se imaginan a si mismas sentadas, sin compañía las flores se van recogiendo y la
tierra se esparce, se van pariendo las palabras, ni mas quisiera no querer entender, seguir
preguntándose porque todo sigue así
Una gran mentira imaginar, que han pasado caminando hasta aquí las mismas
cosas que ayer eran buenas, de las cuales hoy los nombres no se olvidan, con los ojos perdidos
las ingratas las miradas, las caricias, que siguen aquí, aquí están todas las cosas que los lirios
negros quisieron amar
Nadie sabe nada, pues no se quién se lo llevará, ni quién le aguarde para reventar contra el
suelo, los edificios a la lejanía siguen parados sin vida, seguirán ahí aún cuando ya no esté,
aquella sádica serenidad juega antes de adormecerse, puede esperar un día más



-Joaquín Madariaga-

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