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8 nov 2012

En las trincheras no hay ángeles


Someone’s boring me. I think it’s me.”
-Dylan Thomas


En una noche de espantapájaros
Se rompió el espejo de la luna
En una lluvia cosmonáutica de reflejos inútiles
Se fundieron dentro del temblor oceánico
Liberando ahí, donde las luces 
y las emociones procrean la muerte de infinitos amores,
 Amores testigos de una crueldad omnipresente del siglo XXI

Yo no sé, viejo,
Es tan difícil
Tan difícil ser un mismo
De madrugada salgo, miro
A la gente no le importa
Los miro, les hablo,
Pero no me escuchan
Es esa gente que no se esconde
Que no tiene miedo de la noche

Sólo quiero caminar libre
Por una ancha carretera
Y que algún borracho
O bohemio peatón 
Me lance un hueso
Para que juegue un rato

Te ha llegado, entrégate
A la corrida por la ancha carretera
A los desplantes nocturnos
Desgarradores aullidos
En el ecuador de la madrugada

He visto bajar y bajar
Por peldaño a peldaño
Visto bajar al sol
Un sol escatológico
Y grotesco que asesina
Los sueños de los ciegos

Luego, la tranquilidad
Mortífera
Abrupta
Delirante
Una tranquilidad que nunca
Nadie llamó
Esta tranquilidad se llama muerte
Y se abalanza sobre nosotros con su justicia
A la manera de una cuervo
Sobre el busto de algún portal

Los escondites mundanos
De esos balcones del centro
Donde nadie se asoma
Donde nadie baila, nadie canta

La muerte se pasea bajo capas
De borrachos, mendigos
Desheredados
De odio pasado eterno se aferra a la médula existencial, 
delata la mediocridad, cruda, 
podrida de los mismo que proclaman
Paz

Yo sólo contemplo como se agranda la angustia,
 los amores, la inercia, la indiferencia, las catarsis
Todo en las manos escépticas
Juveniles.

Insisto que yo sólo quiero un hueso
Me quiero ir por la ancha carretera
Y esta noche es tan larga
Que hasta los ladridos hacen eco
En la eterna espera de la mañana

La gente se ha ido y yo duermo
Como una sombra en la nada.

-Pablo José Luis

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