Camino de negros lirios cercando los ojos de una
serpiente,
pulcra sabiduría del conocimiento
hacia su voz, conocimiento escondido en los
escritos mis recuerdos, insolación de silencio en
los vientos más allá, control en la palma de los
dedos derramándose desde un precipicio, luto
de misteriosa travesía
Lo último que haría contando la muerte sería
escuchar dicho silbido conocido, es un grito
brutal de memoria envenenada, es un alma inmortal
de la profunda obscuridad, y aunque
pareciera que está cambiando algo siento, allí
éste, es muy lejos como para poder saborearlo,
y padeciendo de miedos y otros sin placeres
acuesto el corazón donde pueda, como una
piedra angular sobre las bases de la imaginación
lúgubre, cuya raíz que me quiebra el alma en
la savia ausencia, la savia ausencia rompiendo el
silencio que busco en ti, ¿qué me has
quitado?, ¿qué no me has podido devolver?, ¿qué me
has quitado?, ¿qué es lo que no puedo
volver a ser?
¿Dónde se sentará tu ausencia, escrito en mis
recuerdos?, brillando tu adiós en esgrimas de
risa puedo ver esto, dejando cualquier cosa en
cuanto baje el telón, no vale la tregua en un
dejo de llamas, no intentaré plantar una promesa
en ese juramento, se cambian las escenas,
se cambian los días, termina el acto pero las
caras no cambian de dirección, actuando en un
batallón de mugre y asquea suciedad, si muero de
melancolía ríen las mascaras, tomando por
justo los silencios, justificación de espeluznante
sensualidad, la progenie entre la progenie
comprendiendo un lugar dentro de mí, magnificencia
estrellada en su propia locura, silencio
devorando su cuerpo en sábanas
Si muero de morir despierto en alguna extremidad
de sus deseos, pero sería por siempre algo
eterno, al menos durante cuya eternidad viviese
sofocada por ésta, si muero de morir
despertando en algún valle, es mentira, porque si
muero de morir como se es conocido el
telón baja, cambia la escena, termina el acto, en
donde no hay caras diferentes en su interés,
todo sigue igual en dicha silenciosa morada
Si me levanto, voy actuando en un batallón de
infidelidad que viene de la palabra suya, sucia
asquea suciedad, de la cual yo no me muevo solo,
sino es con deseos de ganar el impío
horizonte, yo me muevo como tal oración deleitosa,
clavando todos los mundos, todos los
universos, todos los sentidos, en espada abriendo
tu pecho, derramando el sentido de las
palabras
-Joaquín Madariaga
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